En los Estados Unidos de Norteamérica, en el año de 1990, el Consejo de Medicina Interna incorporó otros valores a los componentes tradicionales que conforman la esencia de los conocimientos y destrezas clínicas, y que hoy se consideran parte del requisito necesario para acreditar la personalidad del médico (7). El centro del profesionalismo, afirman, debe consistir, de todas aquellas actitudes y comportamiento que permitan mantener el interés del paciente por encima del interés personal del médico. El profesionalismo requiere que el médico aspire a la excelencia en las siguientes áreas:
- Altruismo: implica que el médico esté comprometido a actuar en el interés de los pacientes, por encima del suyo propio.
- Rendición de cuentas: significa que el médico debe responder ante los pacientes y la sociedad en temas que conciernen la salud pública.
- Excelencia: a la cual se aspira con el compromiso del médico a toda una vida de constante aprendizaje.
- Representación de los intereses del paciente: que tiene que ver con el deber fiduciario del médico hacia su paciente, ya que su relación está basada en la confianza.
- Deber: por el que el médico se obliga a estar disponible y responder cuando se encuentre de guardia, aceptando el compromiso de servir a su profesión y a la comunidad. "
- Honor e Integridad: significan que el médico se compromete en su interacción con los pacientes y sus colegas a actuar con honestidad, franqueza y justicia.
- Respeto hacia los demás: demostrándolo a los pacientes, sus familiares, así como a los otros médicos y miembros de su equipo de trabajo incluyendo a las enfermeras, los médicos residentes, internos y estudiantes de medicina.
Todas ellas, al ser adoptadas por los preceptores y maestros pasarán a formar parte integral de sus actitudes, comportamiento y destrezas en la atención a los pacientes. La excelencia técnica y las pericias clínicas son aspectos clave del profesionalismo médico, pero no son más importantes que las cualidades cruciales de integridad, honestidad, respeto, compasión, honor y altruismo.
Para el buen funcionamiento de los principios que integran el profesionalismo médico se requieren adicionalmente tres elementos fundamentales (8):
1. La devoción al servicio de la atención médica
2. La profesión pública de sus valores y
3. El equilibrio de los valores profesionales en relación con los de la sociedad.